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Pance

Desde su poblamiento en las primeras décadas del siglo XX, el río Pance ha tenido una singular importancia para los habitantes de la ciudad a raíz de su oferta ambiental, en especial la relacionada con la recreación popular.

 

En la actualidad unas 35.000 personas visitan el río durante un fin de semana para el tradicional “paseo de olla” y baño en el río. De igual manera, su cauce siempre ha provisto de agua potable a los habitantes del Corregimiento que lleva su nombre y en la actualidad, ante el crecimiento de la población, ha pasado a ser una fuente estratégica de agua potable  para la zona sur de la ciudad de  Cali.

El primer paso dado por la Fundación Farallones en pro de la recuperación del caudal y de la calidad de las aguas del Río Pance, fue permitir la regeneración natural de los predios con los que contaba a la fecha de su constitución, así como de los antiguos potreros ganaderos de las fincas que con el tiempo fue adquiriendo en la zona. Un segundo paso fue la investigación de especies forestales nativas y el enriquecimiento florístico para la  restauración ecológica de estas tierras.
 
Un tercer paso fundamental ha sido el emprendimiento de campañas de educación, sensibilización y organización ambiental para los moradores de la zona y de Cali,  diseñados no sólo para entender la importancia de conservar la riqueza acuífera, mineral, florística, faunística y paisajística de la cuenca, sino en general, para despertar un cambio positivo en su relación con la naturaleza.

Es de esta manera que la Fundación Farallones ha logrado convertir casi la totalidad de la Cuenca Alta del Río Pance en bosques regenerados, conservados y protegidos de invasiones o actividades de explotación, los cuales incluyen zonas de conservación como: Hato Viejo, Filo de Hambre, Las Trochas, El Diamante, La Montañita, La Argentina,  El Desengaño, El Tabor, El Pato, Santa Elena, La Chorrera, Quebrada Oscura, Rincones, Brasilia, Bachué y La Castellana. En ellas se adecuaron senderos, se construyeron puentes seguros y resistentes, se marcaron puntos de referencia para la educación ambiental, y se reformaron antiguas viviendas campesinas, convirtiéndolas en centros de investigación ambiental que han aportado al conocimiento científico de la flora y fauna de la región.

 

Muchas de estas infraestructuras fueron destruidas como efecto del conflicto armado; actualmente la Fundación Farallones trabaja en la reconstrucción de las mismas. 

Actividades Ejecutadas

Restauración

Ubicación de 50 especies amenazados o en vía de extinción en la cuenca media-alta del río Pance: maco, yuco, yolombo, madroño de monte, jigua pava, jigua paragua, arrayán morado, arrayán coralito, arrayán guayabo, cedro, cedro rojo, roble común, azúceno, cascarillo, quina, ñervo de pata, cabuyo, corbon, guaimaro, huevo de gallo, achote, molinillo, cariseco, otobo, cedro manteco, barcino, lulo de monte, caimo rojo, amarillo de peña y zurrumbo entre otros. Quitar link leer mas (refugio de montana  reserva natural Bachué.

Se ha diversificado la sucesión vegetal con especies nativas amenazadas, en los predios de la Fundación Farallones (Bachué, Rincones, Las Trochas y Santa Elena etc.. )

Se establecieron rodales semilleros mixtos con especies forestales amenazadas en los terrenos de Rincones, Bachue y Las Trochas.

Con la ejecución de proyectos de restauración, conservación y capacitación ambiental campesina, es evidente la recuperación y el mantenimiento del caudal y de la calidad de las aguas del río Pance en su parte media-alta, así como de sus afluentes como el río Pato y decenas de quebradas entre las que sobresalen La Castellana y La Cristalina. En su conjunto, hoy en día el río Pance es considerado como uno de los ríos mejor conservados de Colombia.

 

De igual manera, sin contar con evaluaciones científicas, es evidente el repoblamiento natural de la fauna asociada incluyendo mamíferos como la danta de páramo o el guatín y aves como loras y aguiluchos.

Educación Ambiental

Se ha capacitado numerosos líderes comunitarios de las veredas: Pance – Cabecera, San Francisco, El Peón, Banqueo y Ventiaderos entre otros. En los temas de Taxonomía vegetal, caracterización de semillas, recolección de semillas, manejo de viveros forestales, fenología, siembra de árboles para la diversificación de la sucesión vegetal, conocimiento en bosques mixtos, rodales y dendroenergeticos, sucesión vegetal y formulación de proyectos. 

Entre los grupos organizados de las comunidades que han participado en las capacitaciones, están: Mujeres el Encanto, Grupo Minga, Comité Agro ecológico, Gallito de Roca, Brigada Ambiental, grupo de madera, Herederos del Planeta, entre otros.

La Brigada Ambiental y los Ecoguías de Pance

Desde un comienzo, la Fundación ha trabajado con la comunidad del Corregimiento. En la década de los 90´s se creó la Brigada Ambiental de Pance, organización de base que marcó un hito al reflexionar su ecosistema y preguntarse sobre la relación entre el río y el caleño que lo ha convertido en su espacio favorito para la recreación.

De la Brigada surgió el grupo de Ecoguías de Pance, uno de los primeros en la región, conformado por jóvenes que se formaron como tales en procesos de educación informal con altos estándares de calidad, en torno a la dinámica ecológica de la selva andina, con énfasis en restauración ecológica con especies amenazadas, lo que posteriormente les permitió dinamizar el programa nacional de Herederos del planeta… hoy en día trabajan en instituciones del sector ambiental y de desarrollo social.

Centro de Investigación

y Educación Ambiental Hato Viejo

A finales de la década de los 80´s, la antigua casa de la hacienda ganadera Hato Viejo se reconstruyó para recibir investigadores inquietos por conocer y explorar las dinámicas de las selvas andinas. En esta sede se gestaron las primeras exploraciones científicas botánicas a las cumbres más altas de la Cordillera Occidental, ubicadas precisamente en los Farallones de Cali a 4.100 m.s.n.m.

La estación Hato Viejo también funcionó como punto de llegada para la sensibilización de estudiantes, excursionistas y personas que anhelan conocer la riqueza natural y paisajística de los Farallones. Para facilitarlo, se construyó un sendero de interpretación ambiental que parte del pueblo de Pance, a 1.800 m.s.n.m y que en 8 kilómetros y cruzando 7 puentes conduce a la reserva natural Hato Viejo a 2.300 m.s.n.m.

En el año 2002 la Estación fue incendiada en medio de los aciagos actos de una violencia que marcó la historia de la región y que se exacerbó en esos años a raíz de los combates entre el ejército, las FARC y el ELN. Hoy en día, Estación de Investigaciones e Educación Ambiental Hato Viejo, se reconstruye como parte del Centro de Investigaciones de la Fundación Farallones.

Ancla 1
Ancla 2

Principales proyectos ejecutados por la Fundación Farallones

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